
24 de Agosto de 2022
Aquí, uno de los resultados de la ceguera congénita de muchas empresas y de la labor diaria de los lazarillos caminantes por los pasillos de compañías predestinadas a chocarse contra sus propias paredes.
Sin ánimos de efectuar algún tipo de una ignominia contra los de mi especie, los ingenieros y los émulos de nosotros,
que gestionamos las operaciones y la vida diaria de empresas, fábricas y otros negocios; considero que hemos involucionado
en lo que respecta al cuidado de los equipos,
sean estos bienes materiales o equipos humanos.
Estoy convencido de que en materia de mantenimiento, sea de las máquinas, de las relaciones humanas o del espíritu de las personas, hemos dejado que el tiempo, la oxidación y tener otras prioridades en nuestra agenda hagan de las suyas. Hoy en Argentina, el mantenimiento de activos y bienes en las empresas es un problema más que visible e importante.
Esto se debe mayormente a que tanto las PyMES como las grandes empresas no logran mantener sus equipos porque carecen de los conocimientos, de las herramientas necesarias, del personal operativo, y del personal para guiar, enseñar y motivar a ese personal. Como resultado, muchas empresas tienen que lidiar con roturas en sus máquinas, problemas productivos y de calidad de sus productos, pérdida de materia prima y por sobre todo problemas humanos constantes en formato de conflictos cotidianos harto conocidos. A esto se le suma una cultura argentina altamente al servicio de la violencia, conflicto y polarización, antes que al servicio de la cooperación; así como también una tendencia generacional con otras metas diferentes a las necesarias y un sistema educativo cuyo objetivo real venga uno a saber cuál es.
Este problema en mantenimiento es relevante y visible tanto en PyMES como en grandes empresas porque provocan siempre una disminución de los niveles de producción y un aumento de los costos, o pérdidas varias en el terreno de sus respectivos negocios. Por eso, es de vital importancia que estas empresas establezcan planes de mantenimiento realistas que les ayuden a mantener mejor sus activos y evitar roturas, y que incluyan, desde luego en estos, el mantenimiento preventivo del espíritu de los colaboradores y fomenten la madurez de las personas, desde el proceso mismo de selección de personal, pasando por la operación
segura de los equipos e incluyendo las acciones humanas que prevengan problemas y atraigan oportunidades de mejora.
En el caso de las PYMES, esto se debe a que tal vez en la situación actual no pueden permitirse los recursos necesarios para mantener sus activos, y que en el momento que ha sido posible han volcado la inversión y energía en otros destinos como otros activos en vez de mantener los que ya poseían, sean personas o máquinas.
También es probable que el plan de negocios de la empresa jamás haya contemplado acciones serias sobre el mantenimiento del todo.
Las grandes empresas también tienen problemas con el mantenimiento de sus equipos, pero en general cuentan con los recursos necesarios para hacerlo.
Sin embargo, no siempre invierten en planes de mantenimiento basados en la verdad y su personal suele estar desmotivado.
Como un común denominador, también observo que hay un problema de objetivos que lleven a la empresa a caminar hacia su visión y ejecutar su misión día a día. Y en muchos casos, observo que la visión de la empresa es un ente ciego y amarillento en un papel colgado de alguna pared al lado de la política de calidad. Estos dos documentos suelen ser compañeros inseparables de realidades, de un plan de negocios que nadie ya recuerda o conoce, y que debe estar en alguna carpeta,
armario o cajón desterrado al olvido para siempre, o aún peor, que solo existe en la imaginación.
La ceguera, muchas veces, es congénita, ya que al definir la visión de empresa y el plan de negocios que la contiene, se tiene como principal y único fin la generación de utilidades económicas. Por lo tanto, quién asuma el rol de dirigir una empresa así, estará destinado a convertirse
irremediablemente en un lazarillo caminante por los pasillos de una compañía predestinada a chocarse contra sus propias paredes.
Abordando un tema a la vez, cuál médicos tratantes de los padecimientos de las empresas que somos los ingenieros, y tratando generalmente pacientes que parecieran ser terminales y habiendo dicho que en Argentina, el mantenimiento de activos y bienes en las empresas es un problema relevante, propongo releer y restablecer las políticas de mantenimiento y de la empresa misma, y brindar un par de consejos prácticos y sencillos.
El mantenimiento puede ser muy costoso y llevar mucho tiempo,
pero siguiendo algunos pasos simples podemos juntos hacer que sus activos duren más y así ahorrar miles de dólares.
• El primer paso es hacer un plan de mantenimiento preventivo eficiente para sus activos, tanto humanos como materiales, si se hace correctamente esto reducirá los costos a largo plazo.
• El segundo paso es motivar a su personal en el ahora, son los que fueron elegidos y mantenidos hasta hoy.
• El tercer paso es mejorar y adecuar los procesos de trabajo de toda la empresa. Y realizar los cambios que sean necesarios hacer, por más duros que resulten.
Todo esto, seleccionando desde el inicio personal más cooperativo que confortativo, aplicando liderazgo sano y que tenga por meta el buen clima laboral, fomentando una cultura de trabajo compañera, honesta y transparente, y abonando un salario emocional y económico acorde a estos objetivos.
Un plan de mantenimiento preventivo, que incluya todas estas cuestiones, es simplemente un proceso paso a paso de cómo mantener sus activos en un estado de máximo rendimiento y evitar averías costosas, que incluye tanto las cuestiones técnicas y por sobre todo las cuestiones humanas.

Hoy, aunque en la Argentina las operaciones de planta no luzcan del todo bien, si alguien tiene un problema, necesita ayuda, y puede localizarnos, tal vez pueda contratar al equipo de Grupo Próxima.
Pueden contar con nuestros servicios, contáctenos y realizaremos una auditoría para que juntos establezcamos un plan de mejora realista y que acompañe efectivamente a su negocio.